jueves, 15 de marzo de 2012

sin billete de vuelta...

Se lamenta porque sabe que la ha perdido, no encuentra explicación. Llegó a tiempo a la estación, pero no tuvo el valor ni el coraje que hay que tener para subir al tren. Ella le observaba desde dentro, veía como estaba en pie ante su vagón, cómo miraba hacia dentro impasible, sin apenas pestañear, llorando lágrimas de olvido, de culpabilidad… Él, inmóvil, mira el tren anclado en la estación…la última parada…la última mirada…la última oportunidad y mientras su cabeza solo se pregunta el por qué y sus ojos muestran el dolor de su corazón, ella observa impaciente. ¿Qué haces ahí? ¿No he sido todo para ti? Sube…no me dejes marchar… Pero es tarde…el tren se marcha. Y mientras él se queda mirando cómo poco a poco las luces del tren se pierden en el horizonte, sin hacer el amago de correr tras él, sin tan solo intentar detenerlo… ELLA solloza… siempre pensó que subiría al tren, en el fondo guardaba su número de billete, ahora solo quedan recuerdos…recuerdos del ayer que no se repetirán mañana… ella, siempre esperanzada, vio como no fue capaz de dejar atrás sus malas costumbres y demostrar, con un simple gesto, que lo suyo había sido amor verdadero… Tantas veces imaginó cómo subía reconociendo su culpa, queriendo dejar todo atrás porque lo único que importaba en su vida era ella…como tantas veces dijo…como tantas veces prometió…una vez más sus palabras…el viento se las llevó. Él, aún en la estación, se lamenta por la pérdida, pérdida que ni si quiera evitó…y lamentablemente para él, el tren ya salió…así que llora, llora con razón porque ese corazón se fue…sin billete de vuelta.

“Se quedó mirando cómo se marchaba...y no hizo amago de detenerla...y ahora se lamenta xq se fue sin billete d vuelta.piensa:ya nunca volverá”

Cartas de un desamor